A volar se ha dicho

Zacatlán, un pueblo encantador en el corazón de México, ofrece paisajes impresionantes, cultura rica y tradiciones vibrantes que te cautivarán.

CONVENTOHISTORIAFERIA

Zacatlan Magico

5/8/20243 min read

Era un día Viernes de feria, caminando por la plaza principal se respira el ambiente de fiesta de los días de plaza, viernes y domingo, pero amplificado por ser la Feria de la Manzana; a lo lejos se oye el repicar de las campanas del reloj del convento e inmediatamente levanto la cabeza para ver que hora es pero no pongo atención al reloj, junto a la torre del reloj puedo ver el poste; “vamos a ver Los Voladores”.

La danza de los voladores es un ritual indígena cuyo origen es anterior a la conquista, como lo explica Fray Juan de Torquemada:

“Entre otras maneras de regocijo que estos indios occidentales tenían, con que engrandecían la solemnidad de sus fiestas y solazaban los ánimos de los que asistían en ellas, era una manera de volar que tenían, dando vueltas por el aire, asidos de unos cordeles que pendían de un alto y grueso madero.”

Fray Juan de Torquemada, Monarquía Indiana

Cuando llegamos a la plaza del convento el ritual ya ha empezado, los voladores ya están en la parte mas alta; estamos justo a tiempo para escuchar los sones que el capitán esta interpretando, con una flauta de carrizo y su tamborcillo, bailando en el centro y saludando a los cuatro vientos. Una vez que escuchas esta música será prácticamente imposible olvidarla y, cada vez que tengas la fortuna de escucharla otra vez, recordar a “los voladores”. Entre quienes estamos presentes, se siente la ansiedad al ver que los voladores están listos para aventars

Varios estudios identifican a la danza de los voladores con el agua, ya sea en forma de petición o reconocimiento de la llegada de las lluvias mientras que otros también la asocian con la fertilidad; en el ritual original los voladores dan 13 vueltas colgados de las cuerdas, sumando los 4 voladores dan un total de 52; en el calendario antiguo cada ciclo solar se completa cada 52 años y se renueva el fuego nuevo. Por esta razón, algunos investigadores sugieren que la danza es en honor al dios del fuego, Xiuhtecuhtli, Cabe también mencionar que Torquemada lo describía como un pacto de los indígenas con el demonio.

De pronto los cuatro voladores se avientan al vacío, una cuerda atada a la cintura es lo único que los mantiene a salvo mientras bajan dando vueltas alrededor del poste, estirando sus brazos, simulando el vuelo las aves; no hay nada como observar el viento mover los adornos que llevan, la entrega que tienen al vuelo y la confianza total en lo que están haciendo. Es imposible mirar hacia otro lado, el capitán sigue interpretando las melodías del ritual. Hermosa vista: el vuelo de los voladores con el convento de fondo.

En el ritual original, cuando se levanta el poste, en el hoyo se ponen velas, ramos de flor de olote, flor de zempoalxochitl, aguardiente y un pollo negro; todo esto para que se proteja a los voladores y nada malo suceda; pero aun con se han documentado varias muertes, nuevamente Torquemada menciona varias muertes y su petición a los virreyes para que lo prohibieran, lo cual no sucedió y lo llevo a lamentarse “no porque una nave se pierda en el mar dejaran de navegar las otras”.

Finalmente terminan los voladores de dar sus vueltas, los que estamos abajo comenzamos a aplaudir; enseguida les baja el capitán mientras seguimos aplaudiendo. Una vez terminando, la única señal de lo que ha pasado son las cuerdas, quietas, colgando. Todo ha terminado en menos de 20 minutos ¿que mas se puede pedir después de observar esto?, la respuesta llega en forma de chapulines tostados … mmmhhh.