El paraíso y sus demonios.

Cuenta la leyenda que cada tres años, por unas semanas, hay un sin fin de demonios aterrorizando Zacatlán, nuestro paraíso terrenal; que salen a acosar a los ciudadanos, tratando de hacerlos caer en la tentación. Se dice que estos demonios recorren todos los lugares del municipio, les gusta hablar mucho, mostrar fotos donde se les ve trabajar como nunca antes lo han hecho, denunciar que todos son malos, menos ellos y cambiar espejitos por oro. El único modo de pararlos es ofrecer una ofrenda en su honor, votar por ellos. Don Abel Quezada los encontró en una de esas reuniones que ellos tienen:

Carton de Abel Quezada, Fuente: https://www.lajornadadeoriente.com.mx/tlaxcala/tlaxcala-4/attachment/tlaxcala-de-abel-quezada/

Nada es perfecto en esta tierra y nuestro paraíso no es la excepción. Con mucha pena, hoy tenemos que contar algunas de las historias negras que esto seres han protagonizado en Zacatlán.

A mediado de la década de 1930s, en lo que quizá es uno de los más crueles ejemplos de abuso de poder, el entonces presidente municipal Teodoro Álvarez, solo por diversión, asesinó a varios reos cuando intentaron escapar de la cárcel; pero antes de que decir “se lo merecían”, aquí están los detalles: los reos planeaban escapar, pero los policías ya sabían de estos planes y le avisaron al presidente quien en lugar de detenerlos dio la orden de que los dejaran terminar; al mismo tiempo invito a otros a juntarse en la noche. Todavía se dieron el lujo de avisar a algunas personas “mejor váyase a su casa, por que al rato va a haber un tiroteo”; como era de esperarse simplemente los esperaron y jugaron al blanco con ellos, matando a 14 personas.

Este ejemplar grupo de ciudadanos también jugo tiro al blanco con una cruz, en el barrio de Tlatempa. Lo único bueno que hizo fue irse de Zacatlán, ahora no solo les vale gorro sino que hasta lo presumen.

Y que decir de las manifestaciones, poderosos movimientos cuando son iniciados por la gente y para la gente; pero completamente corrompido por los políticos. En el año de 1930 los caciques de Zacatlán, los generales Barrios hicieron una manifestación para tomar el gobierno municipal por la fuerza, utilizando a muchos elementos del cuartel.

Y a partir de ahí comienza la maldita tradición de acarrear gente necesitada, a base de engaños, presiones y miserias, para mostrar el soporte por los candidatos y el partido … pinches demonios.

Pero eso sí, son bien caritativos, siempre dispuestos a dar limosna con dinero que no es suyo; ha hacer “donaciones” de equipos, escuelas, obras y servicios de gobierno, bastante descarados estos diablillos.

Antes nos llegaban demonios nuevos cada año, pero ahora les dieron licencia para intentar seguir robando trabajando por el bien de ellos todos. Pero ya mejor le paramos, para que seguir? Simplemente no podríamos terminar. Recuerden todos votar por quien mejor les parezca, y exigir a quien gane que simplemente hagan su trabajo, nada mas, así de simple. Y si todo falla al menos, pronto, tendremos otros 3 años de tranquilidad antes de otra oleada de demonios, en este paraíso llamado Zacatlán.